9/1/18

Obligados a ilusionarnos

Boca recorrió todo 2017 como puntero del fútbol argentino. Asumió esa condición a finales de 2016 y no la dejó en todo el año. En el medio se consagró campeón y completó la mitad del nuevo torneo en la misma condición. Pero eso ya es pasado. Estamos en 2018 y los compromisos serán más exigentes. Porque entre otras cosas volvemos al ámbito internacional. Y como bien sabemos la Séptima, la tan ansiada y postergada es la obsesión. Pero la Libertadores no será lo único. A saber:
En el reinicio del torneo local esperan dos fechas claves de arranque, Colón en casa el 27/1 Y San Lorenzo, el escolta el 4/2. El 1/3 arranca la Libertadores en Lima ante Alianza Lima y el 14/3 La Supercopa Argentina en Córdoba frente a ellos. Para fines de mayo habrán terminado la Superliga y la fase de grupos de la Libertadores. Será el momento de balance.
Para tan exigente calendario y teniendo en cuenta bajas y debilidades, Boca se viene reforzando más que convenientemente. Llegaron dos laterales, Buffarini y Más, ambos ganadores de Copa Libertadores, se incorporó Ramón "Wanchope" Abila que ya habia sido comprado en agosto y que sustituirá a Benedetto durante el semestre. Volvió Carlitos, luego de su traumática y mal explicada ida a China y si viene como parece con ansia de revancha, sobran las palabras sobre su importancia. Está al caer un central, que puede ser el paraguayo Gómez o en su defecto Lisandro López (ex Arsenal). Si no se va nadie y no hay nuevas lesiones, se perfila un gran plantel.
Dos arqueros como Rossi y Sara, para el lateral derecho Jara (no disponible por un mes más) y Buffarini, como centrales Goltz-Magallán y la posibilidad de un refuerzo ahí. Un escalón más abajo Vergini e Insaurralde. Por el lateral izquierdo Fabbra y Más. 
En el medio y arriba una constelación de estrellas: a la espera de Gago (¿En marzo?), Barrios, Pablo Pérez, Nandez, Sebastián Pérez, Carlitos, Cardona, Pavón, Wanchope, Boy. Y encima se empieza a rumoreado fuerte la vuelta de Centurión. Lindo dilema para Guillermo administrar esto.
Por de pronto la presencia de Tevez obligará a un cambio de esquema. Carlitos no es extremo y a está altura de su carrera no será centrodelantero, por lo que veremos algo similar a lo del 2016, se pasará del 4-3-3 al 4-2-3-1, ¿un posible equipo? Rossi, Buffarini, Goltz, Magallán y Fabra, Barrios y Pablo Pérez, Pavón, Carlitos y Cardona, Wanchope. No estando Carlitos se volvería al "modelo 2017" ingresando Nandez o tal vez Sebastián Pérez.
Como se ve hay amplitud de nombres para intentar distintas combinaciones. De la muñeca del CT dependerá tener a todos disponibles y enfocados. No es fácil administrar muchos egos, pero esperemos que se encolumnen detrás de los muchos objetivos de este que puede ser uno de los años más importantes de la historia del club.

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