20/3/17

Oportunidad desperdiciada

Boca dejó pasar una inmejorable oportunidad de alejarse en la punta del torneo. Empezó el partido sabiendo de la derrota de San Lorenzo, se puso en ventaja a los 20´, y sin embargo terminó perdiendo 1-2 frente a un sorprendente (en el buen sentido) Talleres cordobés.
Fue un partido raro. Con un comienzo en el que Boca se pierde el gol al minuto, cuando Pavón no define bien frente al arquero. Una constante de los últimos meses las malas definiciones de Pavón. Boca era incisivo, atacaba mucho por afuera y llegaba a los últimos metros con facilidad. Sin embargo, Talleres, en vez de encerrarse en su campo, siempre trató bien la pelota, se adelantó unos metros y comenzó a presionar bien arriba, lo que por un buen rato complicó y mucho a Boca. Recién sobre los 20´se pudo volver a pisar en campo rival y ahí llegó el gol de Junior Benítez que la empujó sobre la línea. Parecía que al igual que la semana pasada con similar desarrollo ante Banfield, todo iría resolviéndose fácilmente. Talleres no inquietaba, al retroceder unos metros Boca se les complicaba llegar, pero en la última jugada del primer tiempo, un saque de Rossi algo corto, un cabezazo en media cancha, un toque de primera al centrodelantero que pica entre nuestros centrales (dormidos), definición de primera y empate impensado.
   El comienzo del segundo tiempo fue todo de Boca. Llegaba seguido, pero no fue efectivo. El arquero, el palo, el árbitro negando una clara mano-penal (que suerte que fue en contra nuestro, así la legión de indignados por el milimétrico orsay cobrado a Banfield tendrán descanso esta semana), todo conspiró para que no se produjera la ventaja. Y Talleres esperaba agazapado. Ya había entrado el "Tucu" Palacios, ubicado bien abierto sobre la izquierda, era cuestión de esperar un error de Peruzzi. Y Peruzzi no falla en eso de fallar. Un horror garrafal en un pelotazo sin importancia que quiere dejar salir, se deja ganar la posición por Palacios, desborde, centro, rebote de uno que tira al arco, le queda solitaria a un rival y gol de Talleres. Baldazo de agua helada.
Ya había salido lesionado Junior y entró Bou, salió Pablo Pérez sentido y entró Barrios. Poco se pudo hacer. Se siguió atacando, con menos claridad, se intento no perder la calma y por momento se entró en la abulia. Así se fueron yendo los minutos de un partido raro, que empezó como para la fiesta y terminó con una derrota impensada.
 Se cortó una racha de 14 partidos invictos. Se volvió a perder en La Bombonera, por torneo local, después de más de un año. Talleres nos volvió a ganar en casa después de más de 30 años. No dejó nada positivo este domingo

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