Nada que reprochar

    Como si el espíritu de Nostradamus nos hubiera poseído al final del post anterior decíamos “Todos damos por perdido la lucha por el torneo, pero, nuestro fútbol da muchas sorpresas, no sea cosa que al jugar en el último turno del domingo, con casi todos los resultados puestos (menos Independiente vs Lanús), la motivación para los que jueguen sea doble”. Y fue así, lástima que no se pudo ganar y hubo que conformarse con el 1-1 final.

    El Vasco hizo lo que el manual indicaba, reservó a la totalidad de los titulares para las semifinales de la Sudamericana y usó el partido en Sarandí para darle minutos al Cata Díaz, a varios pibes y a otros que pueden ganarse un lugar en el banco para el jueves. Y la verdad es que respondieron correctamente casi todos, y si no se ganó fue por la falta de puntería y por un travesaño que le ahogo el grito al Puma.

   Individualmente destacado lo de Carrizo y Cubas. El pibe hace todo bien y con simpleza, quita muchas pelotas y todas las entrega redonditas. No se complica, no arriesga ni pierde la pelota en la salida. El Pachi corrió, se mostró en distintos lugares del frente de ataque, obligó y desbordó casi siempre a una defensa superpoblada, le falta el último toque preciso o la resolución adecuada entre patear o seguir, pero está volviendo a ser el jugador que ilusionó. Otro que mejoró notablemente es Castellani, colocó buenos pases y administró correctamente la pelota. Buen debut del pibe Cristaldo y casi todo el resto correcto.

    No da para extenderse demasiado en el desarrollo del partido. Boca propuso, siempre quiso ganarlo. El local, con su eterno libreto de abroquelarse atrás y salir rápido, con buen y desequilibrante juego aéreo apostó todo a una contra rápida de Palacios (muy picante el pibe que en poco tiempo volverá) o algún tiro libre o córner ejecutado por Aguirre. Por esta última vía llegó el gol a poco de iniciado el segundo, y, paradoja, por esa vía, tres minutos después el empate de Echeverría. Ley del ex que se vuelve a cumplir.

   Ahora ya no hay estaciones intermedias. La mente y el alma de todos está enfocada a las 20.45 hs. del jueves, para empezar los primeros 90´de un partido largo de 180´. Todos con la esperanza de que la historia siga recorriendo los caminos habituales en estos casos. Nos sobran motivos para pensar que así será. Solo resta que los jugadores, los que tienen la posibilidad de plasmarlo, lo hagan.