5/9/11

Prueba superada

   El partido en Avellaneda ante Independiente podía ser un partido bisagra. Una prueba de fuego. Porque era el momento de revalidar todo lo bueno que se venía insinuando, y encima sin la presencia de Román, lo que aumentaba las dudas y los peligros.

   Pero el equipo estuvo a la altura del desafío. Y contra todos los prejuicios que tenemos hacia el técnico, este también estuvo a la altura. Plantó un 4-3-3 con tres alfiles muy movedizos adelante (Mouche-Viatri-Cvitanich) delatando desde el inicio que Boca buscaría ser protagonista y que el objetivo excluyente era conseguir los tres puntos.

   Y los objetivos se cumplieron con creces. Si hay algo que empieza a distinguir a este equipo es el convencimiento de todos sus integrantes. A partir de eso el equipo sufre poco atrás (Independiente, local, solo llegó 2 veces, una creada por el propio Orión y la otra el típico borbollón de final desesperado), los centros no lo inquietan como antes, se presiona en toda la cancha, y a partir de la recuperación de la pelota en campo del adversario las chances llegan. Lo único reprochable ayer fue precisamente no haber concretado un mínimo de lo que se generó y que solo se haya ganado 1-0 (Schiavi a los 4´del st) cuando las cifras pudieron haber sido concluyentes.

    Con Rivero en lugar de Chávez se logró más contención en el medio, al no estar tan solo en esa función Somoza. Erviti corrió a destajo y si bien no brilla en la función que siempre se le conoció hace el trabajo sucio para permitir la subida de Clemente (a esta altura casi un delantero más) sin desequilibrar la parte defensiva del equipo.

    La defensa del local fue demasiado permeable y sobre todo después del gol de Schiavi para soportar la movilidad constante de los 3 de arriba incluso de Chávez y Araujo cuando entraron, solo la gran actuación del arquero evitó la goleada.

    En resumen está apareciendo un equipo en serio, con variantes, con distintos esquemas y buen rendimiento. El invicto acumula 15 partidos (7 victorias y 8 empates), la punta está a solo un punto, la clasificación a la Libertadores se afirma y la otra tabla, la que hay que mirar de reojo, por ahora no preocupa.

   Con Román es todo más fácil, pero ayer se demostró que sin Román la cosa no es tan traumática, motivo de tranquilidad para todos, motivo de mayor confianza para el equipo.

   Parece que por fin el sol está saliendo. Será cuestión de disfrutar de un nuevo amanecer.

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