4/1/11

Teorizando sobre lo que viene

   Año nuevo, técnico nuevo, ilusiones renovadas. En pocas horas Julio César Falcioni asumirá formalmente al frente  del plantel Xeneize y como para ir despuntando el vicio trataremos de vislumbrar como vendrá la mano.

Primero, ¿con qué se encuentra JCF?, según sus palabras con “un gran plantel, que con los refuerzos adecuados está para campeón”. Primera pista, refuerzos imprescindibles para jerarquizar y solidificar el primer equipo.

   Segundo, en una nota del domingo pasado en el Diario La Capital de Mar del Plata, JCF tiró algunas pistas sobre como quiere que juegue “su” Boca. Primero teorizó sobre la partición de los equipos ejemplificando que en el Banfield campeón que dirigió era un 5-5 cinco jugadores con funciones defensivas prioritarias y cinco con funciones ofensivas, esto es, una línea de cuatro y un volante tapón por delante, los otros tres volantes y los dos delanteros con la consigna de atacar permanentemente. A renglón dijo que a priori Boca se adaptaría mejor a un 6-4, seis jugadores en funciones defensivas y cuatro en ofensiva. Segunda pista para lo que viene.

   Todos sabemos y los jugares que han sido dirigidos por él lo ratifican, que JCF hace especial hincapié en la parte física de sus equipos, mucha dinámica, mucha recuperación, mucha presión en toda la cancha, con salida rápida luego de la conquista del balón. Entrenamientos largos, con mucho trabajo táctico son su sello distintivo. Tercera pista.

   Solicitó los 4 refuerzos que permite el reglamento. En su pedido, obvio, incluyó segundas y terceras opciones. Pidió especialmente a Ustari (arquero), Somoza (volante central), Erviti (volante por izquierda) y Cvitanich (delantero), que si bien no es el típico delantero por afuera, se mueve en todo el frente de ataque. Cuarta pista.

   Según cuentan los que día a día cubren la actualidad de Boca, hay varias cosas definidas en la mente de JCF. Medel será el marcador de punta derecho y Clemente el izquierdo, Caruzzo uno de los centrales y entre Cellay e Insaurralde estará el otro. Somoza será el central. Quinta y última pista.

   Uniendo todo esto, la formación “ideal” (siempre a priori) sería: Ustari o García, Medel, Caruzzo, Cellay o Insaurralde y Clemente, Battaglia, Somoza, Ervitti o Guiñazú y Román, Palermo y Cvitanich.

   Tomando en cuenta el tema del balance ofensivo-defensivo, la cosa sería más o menos así: línea de cuatro, con Clemente subiendo mucho más que Medel, sobre todo para compensar el medio, donde Erviti funcionaría como socio de Román o eventual reemplazo en caso de lesión, Somoza-Battaglia serían un virtual doble cinco con Sebas más recostado hacia la derecha, formando un cuadrado. Román manejando los hilos y arriba Palermo como referencia de área y Cvitanich o alguien que llegue, o Araujo o Noir o Mouche moviéndose por afuera. A esto se podrían agregar con el correr de los partidos y con el equipo más trabajado, llegadas por sorpresa de Somoza o de Medel, que se harán en la medida que funcionen los relevos.

   Esto es lo que se puede ver, si funciona o no lo irán marcando los partidos. El objetivo de tener un equipo dominante que muerda en todos lados y salga con los tapones de punta desde la pretemporada, que sea protagonista arriba y entre en las copas lo compartimos todos. Que sea realidad depende de varios factores, los últimos dos años nos obligan a ser humildes y plantear objetivos realistas, si después se dan más en grande, bienvenidos serán.

 

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