20/9/10

Su Majestad Palermo, donde se acaban los elogios

Télam Buenos Aires 19/09/2010 Martin Palermo convierte el primer gol de Boca que enfrentó hoy a Colon, por la 7ma. fecha del Apertura. Foto: Alejandro Belvedere/Télam/cf
SOCCER-LATAM/
Télam Buenos Aires 19/09/2010 Martin Palermo convierte el tercer gol de Boca que enfrentó hoy a Colon, por la 7ma. fecha del Apertura. Foto: Alejandro Belvedere/Télam/cf
SOCCER-LATAM/

   Era un partido clave. Un partido bisagra, y no por el gran poderío del rival, sino porque Boca se debía enhebrar dos triunfos consecutivos que le posibilitaran no perder el tren de la punta y prepararse de la mejor forma para un tramo que implica dos rivales de riesgo como los que se vienen ahora, Estudiantes y Lanús.

   Y el equipo salió a jugar el partido consciente de la importancia que tenía. Y jugó una buena media hora, con presión sobre el balón, bien parado con buena circulación y con llegadas netas de gol en varias ocasiones, pero errores en la definición de Viatri y Clemente y una tremenda atajada del arquero a un cabezazo de Caruzzo sentenciaban en cero. Después de esa media hora se perdió un poco equipo, levantó Colón y empezó a compartir el balón, aunque sin inquietar a Luchetti. Pero, en esta actualidad de Boca siempre parece haber un pero, Medel se resbala al borde del área, no rechaza una pelota fácil, Moreno y Fabianesi aprovecha y a los 42´sin merecerlo ni imaginarlo Colón ganaba 1-0. Otra vez la vulnerabilidad de nuestro arco, otra vez un accidente, otra vez los fantasmas empezaban a rondar.

    Pero cuando se hacia la noche, se encendió el Rey del Gol. Gran salida de Caruzzo, pasando al ataque, toque genial a Martín, y definición riquelmeana del Gran Palermo, 1.1 y final del primer tiempo.

    Arrancó con todo Boca el segundo tiempo, dispuesto a arrollar al rival, y ya a los 5 se puso de nuevo en ventaja, desborde de Clemente (está volviendo a ser el Clemente que conocimos y extrañábamos), Martín la para de pecho delante del defensor, y define como el grande que es. Pero no paró ahí la noche endemoniada de Martín. Penal a Viatri, Palermo va para liquidar todo, y la tira arriba del travesaño. Dos de cal, una de arena. Pero estaba escrito que sería otra noche épica de nuestro goleador récord. Dos veces más falló goles hechos, tiró un par de tacos, intentó una pirueta para definir, pero de sus pies salió el tercer gol que sentenció el partido, después de otro desborde y centro de Clemente y asistencia de Viatri. Tres goles de Boca, tres goles de Martín, 5 en el torneo, goleador del mismo hasta ahora, 227 goles en el Club.

    Ahora debería venir un párrafo cargado de elogios a Palermo. Pero estos ya están agotados, los hemos repetido hasta el hartazgo, es imposible ser originales. Hasta eso a hecho Martín, dejarnos sin adjetivos, obligarnos a pensar seriamente en si en un futuro cercano su nombre y apellido no serán un adjetivo en si mismo, sino no elogiaremos a cualquier futuro goleadorcito diciendo “sos un Palermo”.

   Y mientras tanto, mientras se nos agotan los elogios, no encontramos adjetivos que no hayamos repetido varias veces, él no se cansa de sacudir redes, él no deja en paz a los rivales, él nos hace felices, él nos deja las gargantas rotas y las palmas rojas. Él es Martín Palermo, donde mueren los elogios y se rompen las redes.

P.D.: La actuación de Boca-Equipo da para un análisis en un próximo post, que se promete para las próximas horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario