25/9/10

Preocupante paso atrás

   Perder con Estudiantes de visitantes en estos momentos, entra en cualquier cálculo de probabilidades como algo posible, máxime cuando llevamos 4 partidos al hilo perdidos en esa condición con el 0-1 de esta tarde.

   Encima los tres partidos que hemos jugado en sábado en este torneo los hemos perdido (Rácing, CASLA y Estudiantes).

   Pero lo que vimos esta tarde no tiene nada que ver con estadísticas ni con cábalas. Hemos visto un pésimo juego de Boca, sobre todo en ofensiva. Tampoco vimos un juego brillante del rival ni mucho menos. Pero ellos se encontraron en ventaja a los 2´de empezado el partido y la administraron durante 85´. Recién en los últimos cinco minutos Boca se dio cuenta que tenía que quemar las naves y aunque sea con borbollones y centros frontales le trajo algo de preocupación al local, que ahí sí, se dedicó a meterse atrás y revolear la pelota a cualquier parte.

    Pero antes de esos minutos finales, Boca fue la inexpresividad total en ataque. Nunca pudimos hacer pie en el medio, ni Sebas ni Erbes fueron los de partidos anteriores y el fracaso de Clemente y Escudero fue tan grande que ambos se fueron reemplazados a poco de empezar el segundo tiempo (tampoco sus reemplazantes Mouche y Gaona Lugo aportaron demasiado), Pochi estuvo perdido en la intrascendencia total, y si bien el ingreso de Cañete mejoró algo la circulación hacia adelante, no fue determinante. Viatri, obligado a bajar mucho para tocar la pelota hizo un partido más que digno, pero tampoco le podemos pedir milagros, él no es enganche ni nada parecido como para poder ponerse el equipo al hombro. Martín, aislado adelante, nunca dispuso de una pelota decente para intentar meter el empate.

    Aunque parezca increíble, si uno mira el dominio de campo, pelota y conceptos que tuvo Estudiantes, la defensa no sufrió demasiado, o al menos Luchetti tuvo poco trabajo (en el gol, absolutamente ninguna culpa). Insaurralde, Medel y Caruzzo, con sus más y sus menos jugaron aceptablemente. Pero seguimos sin lograr un cero en nuestra valla. Nos llegan poco, pero por una cosa u otra siempre nos embocan, y esto, cuando la ofensiva no funciona es letal.

   Así las cosas, la mitad del torneo se acerca, y la punta se aleja. Dos partidos buenos, uno malo, así es imposible pasar de la medianía. Un paso decididamente atrás, se jugó peor que con San Lorenzo, casi tan mal como con All Boys.

   No hay “maldición de sábado”, jugando así, se pierde de lunes a domingo.

  

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