Se dice que en el fútbol los ciclos exitosos se asientan en tres patas: una dirigencia coherente y comprometida, un cuerpo técnico con ideas claras y poder de convencimiento para transmitirlas y un plantel unido y consustanciado con la idea como para poder traducirla en el juego.
En el Boca actual ninguna pata está en su lugar.
Del cuerpo técnico y el plantel está casi todo dicho en cuanto a trabajo (escaso), unión (brilla por su ausencia) y demás delicias del día a día.
Ahora le sumamos la explosión pública de la interna dirigencial, que hasta ahora estaba más bien larvada. Se pueden ver tres notas sobre el tema, acá, acá y acá.
Acá vienen las preguntas naif: ¿y el amor por Boca?, ¿y la defensa de los sagrados colores?, ¿y el compromiso hacia todos los que nos siguen?……basta de ingenuidad. Los únicos que damos respuesta positiva a todas esas preguntas somos solamente los hinchas que sufrimos o gozamos cada vez que juega Boca…..”pasan los jugadores, los técnicos y los dirigentes…..solo queda el sentimiento”.
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