29/10/09

Friends Will Be Friends

palermoroman  

A propósito de halcones y palomas, amigos y enemigos, plantel partido y otras yerbas, de las que ahora no se habla mucho, pero que consumieron mucha tinta hasta hace poco (y que volverán a consumirla en la medida que los resultados sean negativos), se encuentra esta interesante columna en el sitio oficial www.bocajuniors.com.ar escrita por el periodista de Fox Sport, Jorge Siguenza:

NO SON AMIGOS. ¿Y QUÉ?

Mucho se habló y probablemente se hablará, de que Riquelme y Palermo están peleados. De que entre ellos hay problemas de celos. De que actitudes de uno enojaron al otro y viceversa. De que el resto de los jugadores  se encolumna detrás de ellos, quedando el plantel dividido como las aguas del Mar Rojo en tiempos de Moisés. Incluso se dice que uno de los argumentos para contratar a Basile fue  la reconocida capacidad del técnico para manejar el vestuario y la buena relación que tiene con los dos.

Lo cierto es que Martín y Román no son amigos. Ellos mismos lo dijeron en distintas entrevistas. Y está bien. Uno elige a sus amigos y es lógico que prefiera pasar el tiempo con los compañeros, con quienes comparte gustos o tiene ciertas afinidades. Más si se le da a la palabra "amigo" (un tanto bastardeada últimamente) su real dimensión. Pero de ahí a odiarse hay un enorme trecho. Los dos son profesionales. Son experimentados, de brillantes trayectorias y, por sobre todo, muy inteligentes. Saben que si no tiran para el mismo lado, pierde Boca y pierden ellos. Y no se trata justamente de gente a la que le guste perder.

Quienes cubrimos los entrenamientos de Boca cotidianamente, los hemos visto, especialmente en este segundo semestre, compartir equipos de fútbol reducido y ejercicios entre sonrisas. Incluso alguna vez coincidieron en un "uno contra uno" y no empezaron a las patadas. ¿Mérito del Coco?; ¿Acierto del profesor Dibos? Fundamentalmente dos tipos grandes que, sin mediar ninguna reunión ni ningún café, empezaron a aceptarse.

Los periodistas estamos atentos a los gestos entre ambos. Y ellos lo saben. Pero el abrazo que se dieron después del gol record de Palermo frente a Vélez fue genuino. De no ser así, estamos ante los mejores actores del mundo. Esas sonrisas les iluminaban las caras. Y se repitieron en el último superclásico, cuando volvieron a asociarse como tantas otras veces para darle una alegría a Boca. Esta vez fue Palermo el que habló y alabó el taco "genial" del diez. Y hasta contó que durante las concentraciones, comparten mesa en las comidas. Antes había sido Riquelme, que calificó a su compañero como el mejor delantero argentino de los últimos diez años y pronosticó su gol agónico en el seleccionado. Lo que pueden parecer declaraciones por compromiso, o "flores" de uno hacia el otro, son sinceras manifestaciones de lo que piensan. Porque en el fondo, se admiran mutuamente. En lo futbolístico, que es lo que nos tiene que importar.

Seguramente cuando no se den los resultados, nosotros, los periodistas, vamos a volver a poner nuestra lupa sobre ellos. Contando cuántas veces se podrían haber pasado la pelota y no lo hicieron. Analizando al detalle, cada gesto de uno para con el otro después de un gol. A lo mejor buscando diferencias donde no las hay, tratando de explicar alguna mala actuación del equipo. Porque ellos son historia, leyenda y presente de Boca. Porque son referentes y, como tales, son a quienes más se les exige. A los dos, juntos. Porque da la sensación de que juntos pueden lograr lo que se propongan. Aunque no sean amigos.

Jorge Siguenza

Fox Sports

http://www.bocajuniors.com.ar/noticias/2009/10/28/la-columna-del-periodista-invitado

loco

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